ANTECEDENTES

En el año 2009 en el mes de octubre, Democracia Social AVE A.C, (DSAVE) realizó su Asamblea Nacional Ordinaria en la Ciudad de Aguascalientes, donde conjuntamente se tomó la decisión de reformar los Estatutos de la misma y así renacer con el nombre e imagen de la Asociación como Democracia Social AVE. A partir de la II Asamblea Nacional Ordinaria, Democracia Social AVE (DSAVE) acuerda la reforma de sus Documentos Básicos, pasando de ser una corriente de opinión al interior, a un gran movimiento nacional que fundamentalmente busca engrandecer la política, con acciones que alienten los acuerdos para el crecimiento y el desarrollo del país, iniciando así formalmente su vida interna y externa, contando así con más y nuevos contactos y canales de representación de diálogo hacia el interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI)

viernes, 27 de enero de 2012

Libertad: vivir con dignidad

Libertad: vivir con dignidad
“..Aún en las peores circunstancias,
 el hombre tiene la capacidad de decidir vivir con dignidad…”
Víctor Frankl
Nos ha tocado vivir y palpar tangiblemente el dolor de una sociedad que se aquieta y sumisa espera  cuando le darán el próximo golpe.
Ya no duele lo que le sucede, se han acostumbrado al dolor, a sufrir y porque si no sufre cree que ya no existe. Es parte de su cotidianidad.
La guerra ha sido el paso de la humanidad, un hecho que ha permitido la subsistencia de unos sobre otros y la historia la han escrito los vencedores, y éstos se han quedado con el lápiz y el papel en la mano para redactarla a su antojo.
No ha habido un balance equilibrado por que los muertos no opinan ni pueden redactar su propio epitafio.
Lo que antes oíamos, o nos  transmitían de manera oral nuestros ancestros, ahora son lecturas diarias de genocidios, matanzas de lesa humanidad, asesinatos que nos muestran el lado escabroso del ser, que no sé, si sea humano.
Pero los periódicos, revistas especializadas y obras literarias de los escritores de moda, nos lo presentan como algo normal ante la pérdida de la capacidad de asombro o de sensibilidad, al describir el dolor y los rencores acumulados de los que ejercen la violencia, así como los que la padecen.
Nos ha tocado vivir y seguir viviendo a flor de piel lo que a diario leemos, escuchamos y vemos en las pantallas de televisión, es decir, ahora podemos filmar nuestra propia desgracia y ¡comercializarla!. Como un espectáculo que antes disfrutaban y padecían en el circo romano.
Hemos caído en la desgracia, como aquel que podía ver su propia muerte y el acto fúnebre pasando frente a él, en sueño. Ahora la puede ver en vivo en cadena nacional y a nivel mundial.
Y al poder ver, palpar y revivir diariamente este dolor, nos aquieta más, nos agazapa para que no nos toque una bala cuando todo esto lo vemos en 3D en nuestras pantallas de plasma, por lo cual pagamos, (al menos a los romanos no les cobraban por entrar al circo) para tener conocimiento de nuestra propia desgracia reflejada en cada etapa de la humanidad con precisión, en la cual, al perecer, si hay prospectiva, lo cual no lo tenemos en lo financiero y mucho menos en lo político.
Y cuando el coraje inmoviliza y la impotencia nos quiere manipular, hay que buscar alternativas que nos motiven, abran nuevos caminos, nos reinventen, nos reconstruyan, nos permitan reconquistarnos y rehacernos ante cada golpe de inocencia, insensibilidad, omisión, desidia,  mezquindad, cobardía, corrupción, mentira, falto de verdad, desinterés, desequilibrio,  desencanto y desánimo, más todos los vicios y complejos que padece como humanidad.
Para que, como lo describe José Rubén Romero, en voz de su extraordinario personaje Pito Pérez, filosofo, cínico y sarcástico ante la desgracia de su propia vida, llorando a carcajadas en su profundo sentido y frustrado testamento, el cual, no por tener una enorme carga de amargura, deja de tener un alto mensaje de motivación, sino que es un claro ejemplo del coraje que debemos asumir ante una vida poco agraciada cuando dice:
 “Lego a la Humanidad todo el caudal de mi amargura. Para los ricos, sedientos de oro, dejo la mierda de mi vida. Para los pobres, por cobardes, mi desprecio, porque no se alzan y lo toman todo en un arranque de suprema justicia. ¡Miserables esclavos de una iglesia que les predica resignación y de un gobierno que les pide sumisión, sin `arles nada a cambio!...
  Fui… ¡nadie! Una verdad en pie: ¡qué locura! Y caminando en la otra acera, enfrente de mí, paseo la Honestidad con su decoro y la Cordura y su prudencia. El pleito ha sido desigual, lo comprendo; pero del coraje de los humildes surgirá un día el terremoto, y entonces, no quedará piedra sobre piedra. “¡Humanidad, pronto cobraré lo que me debes!...”
 
Y antes de que nos sigan dando otros golpes, y nosotros aceptándolos como parte de los dolores de nuestra vida cotidiana, es necesario tener algo en claro para no sentirnos tan dolidos y frustrados en la vida, echándole la culpa de todo a los demás, y sobre todo a dios, cualquiera que sea nuestra concepción que se tenga de él, para los que no son muy religiosos.
 
Debemos de hacer una revaloración de lo que hemos dejado de hacer y hacia dónde vamos con el inmovilismo, en el cual hemos caído por hechos aislados que nos llevan sólo a quejarnos, vaciar nuestras frustraciones ahorrándonos el psiquiatra.
 
No se busca la confrontación o conflictuarse, generar más guerras o “a río revuelto, ganancia de pescadores” en el ámbito económico o político,  sino que hay momentos en la vida que no es necesario oponerse, sólo hay que dejar que el juicio de la ciudadanía se dé voluntariamente en un acto cívico y de ejercicio de sus derechos como una expresión plena de sus libertades. Y el resultado no será consecuencia de la suerte o porque dios lo quiso, será cosechar el resultado de lo que hemos sembrado en nuestra propia sociedad. Actuando con ética, que es el accionar de una sociedad en lo individual de acuerdo a su propia moral.
 
Tomás López González

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